En realidad, es una forma sencilla de verlo. Por desgracia, hay un obstáculo que superar. Los procesos en la panadería no son todos paralelos. El horno funciona a una hora diferente que la instalación de lavado de cajas. Por tanto, el agua caliente obtenida debe almacenarse temporalmente. En invierno, gran parte del calor residual puede utilizarse para calefacción, mientras que en verano tiende a aumentar la necesidad de refrigeración. Por si fuera poco, los generadores de calor y los usuarios de calor residual suelen estar a diferentes niveles de temperatura. El reto principal de la optimización energética es, por tanto, coordinar la gran demanda de agua a alta temperatura y las limitadas posibilidades de utilizar agua a baja temperatura de forma útil y mantener la pérdida de energía lo más baja posible teniendo en cuenta todas las secuencias del proceso.
Aquí es exactamente donde entra en juego el concepto MIWE energy como solución a medida.